Pablo Gomez por Miguel Ponce.
Miguel Ponce:
Imagínese que son las 17.15 de un sábado de febrero. Se encuentra sentado en el salón del Hotel Nuevo Dulcinea de Almendralejo. Con usted están Rafagas-Racing, David Parra (hijo de Gregorio Parra), Manuel Colchón, Gregorio Parra y Pablo Gómez. Para que se haga más a la idea imagínese a Pablo Gómez delante suya y Gregorio Parra a su derecha. Esa pareja con la que tanto ha disfrutado cuando ha ido a ver un rallye, leyenda viva de nuestro deporte, son ahora todo suyo. Ahora siéntese y pregúntele a quien tiene enfrente, pero también escuche y aprenda del que tiene a la derecha. Siéntese, siéntese. Y sobre todo, disfrute.
“5, 4, 3, 2, 1 ¡Vámonos!” ¿Cómo vive Pablo Gómez esos segundos de la cuenta atrás?
Con muchísima tranquilidad. La verdad es que los rallyes, a pesar de que parece que el piloto se puede poner más nervioso o no, para mí tengo mas estado de nervios en un auto-cross o en un slalom que en los rallyes. En los rallyes salgo siempre muy tranquilo desde el principio. Antes de estar con Gregorio también y ahora con Gregorio mas todavía porque sabemos lo que vamos a hacer en cada momento. Normalmente ahora no vamos con ninguna cosa suelta, tenemos todos los cabos muy atados, sabemos lo que tenemos que hacer en cada momento y salgo siempre con mucha tranquilidad. Aunque parezca mentira con mucha tranquilidad.
¿Y el día antes de un rallye?
Igual. Yo además soy de los que puede dormirse esperando el tiempo para salir. Lo puede corroborar Gregorio [señala a Gregorio con la mirada]. Mi tranquilidad quizá lo desespere a él, pero es algo innato. Soy alguien muy tranquilo y me lo tomo todo así. Luego sales a correr, pero siempre con mucha tranquilidad.
Debutaste en rallyes en el desaparecido Rallye de Jerez de tierra en 1988, han pasado muchos años, títulos y coches desde entonces. ¿Qué evolución has visto en ti como piloto, y que queda de aquel Pablo de 1988?
Es muy largo de contar, así que intentare resumírtelo un poco. Corrí aquel rallye con un [SEAT] 127 que era de auto-cross. El coche lo había hecho el mismo año y para correr el rallye este le dije a un compañero de trabajo “Oye ¿tú te animas a correr?” y dice “Sí, yo me animo a correr”. Entonces no hacía falta mono, ni cosas homologadas. En aquel rallye había gente que iba con el mono de mecánico, el mono azul, había gente que iba con pantalón corto, con camiseta… Aquello eran los principios de este mundillo. Y bueno, salimos a correr. La semana anterior fui a intentar dar una vuelta al circuito con mi mujer, pero a los tramos no llegue a dar ninguna vuelta porque me perdía, no tenía ni idea de donde estaban concretamente ni sabía nada. El copiloto que era amigo mío no se montó conmigo en el coche hasta el día mismo de la carrera. Le di los papeles, los tiró al suelo, se agarró a las barras y a tirar para adelante. O sea, no tenía ni idea de nada. La asistencia fue mi cuñado, con un Renault 12 que tenía yo amarillo, llegamos allí y le dije “Espérame en tal sitio”. No le volví a ver en todo el día. Menos mal que llevaba el depósito lleno de gasolina y dos ruedas de repuesto en el maletero. Salimos a correr, llegamos al primer tramo que era el circuito de auto-cross, y le dije a Antonio [su copiloto] que cuando saliese el de adelante contara un minuto y entrabamos nosotros. En el control penalizamos un minuto porque se adelantó, no contaria bien y dijo “Entra”, entre y un minuto de penalización nada más entrar. Había que dar dos vueltas al circuito y salirse. Le dije “Mira haber donde está la salida para salirnos a las dos vueltas”, no encontró la salida, tuve que dar una vuelta más y salir detrás del que iba detrás mía. Cinco minutos de penalización. O sea, en el primer tramo ya llevaba seis minutos de penalización. Entonces eso fue el primer rallye y hasta ahora… fíjate todo lo que te cuento. De ese rallye puedo contarte un montón de anécdotas, pero me lo pase muy bien. Eso era empezar de nada.
¿Qué tal se lo tomaron en casa?
Bien, mi mujer bien. Sabe que siempre he tenido la cabeza bien puesta. Lo que te decía antes, muy tranquilo, para no salirme.
Paradójicamente, tanto tu primer rallye como el último han sido sobre tierra, ¿Qué prefieres, tierra o asfalto?
Me gusta mucho más la tierra. Además yo pienso que la tierra enseña mucho más que el asfalto. Por lo menos te enseña a no tener miedo cuando el coche se mueve. Un piloto que es de asfalto, sobre todo por la zona esta que no estamos tan acostumbrados al agua como los del norte, en cuanto se mueve un poco el coche pues digamos que no estamos tan acostumbrados a ello. Si procedes de la tierra cuando llegas al asfalto eso lo tienes asumido.
Y ¿Eres un piloto de “secano” o de “regadío”?
La primera vez que corrí en mojado fue con Gregorio, ¿Te acuerdas? [Le dice a Gregorio], y pensábamos que no íbamos a andar ni para atrás. Y estábamos en la cabeza, quizá mejor que en seco. Cosa rara, porque somos de secano. Lo que sí creo que tengo es mucha sensibilidad con suelo, y entonces sabes hasta donde puedes llegar.
Convertir el coche en una extensión de nuestro cuerpo.
Si, saber hasta donde puedes llegar, hasta donde apurar, y si consigues eso pues te sales pocas veces.
Cuatro campeonatos de Extremadura y siete subcampeonatos te convierten en uno de los pilotos más laureados de rallyes en nuestra región. ¿Sueñas con volver a colocarte de nuevo otra corona?
Este año [Sonríe y lo dice sin dudar]. Yo soy de los que siempre dicen “Vamos a salir a ganar”, y si no gano nunca me cabreo. Pero siempre salimos queriendo ganar… ¡Aunque delante haya tres coches del mundial! ¿Luego no ganamos?, pues nos quedamos tan contentos. No, pero en serio, este año si las cosas van bien intentaremos luchar por el campeonato. Rallyes no sé porque con lo que ahí… tienen que darse muchas circunstancias ¿no? Pero intentaremos luchar por el campeonato porque con la fiabilidad del coche, que volverá a ser fiable me imagino, y si seguimos el campeonato entero pues lo intentaremos ganar.
Tu rallye es el Rallye de la Vendimia ¿Qué tiene este rallye que lo hace tan especial?
Pues quizá por la afición. La gente que está siempre a la hora de salir del parque cerrado, a la hora de volver y en todos los tramos. La gente se vuelca mucho con este rallye y tú eso lo notas cuando vas montado. Entonces quizá sea el rallye más carismático, no ya por los tramos (que no lo es, porque tramos te vas al norte y los tienes) si no por la gente que está en la cuneta.
¿Qué significó para ti levantar el botijo de plata?
Pues menos de lo que pensaba antes de levantarlo. Sí, aunque te parezca mentira. Esto no es ninguna “farolada”, quizá el mejor Vendimia para mí fue el que no hemos ganado. El último Vendimia [La edición de 2007] fue para mí quizá el mejor que hemos hecho, porque fuimos en todo momento a correr todo lo que se podía. Los otros, a pesar de los pesares, los hemos ganado si excesivo esfuerzo, y eso es una realidad. No me estoy inventando nada. Por circunstancias de la carrera de esos tres años la competencia era la que había, los coches que había eran los que había y quizá en ese momento teníamos un mejor vehículo que los demás y no tuvimos que correr excesivamente para ello. Tuvimos que correr pero no me malinterpretes, que se ganaron con bastante comodidad, corriendo lo justo para ganar. Además yo soy de los que corren cuando van primero lo justo para no perder, pero no corro mas. Me gusta dosificar porque el coche es mío y me cuesta dinero arreglarlo. De hecho yo soy de los que miran mucho los tiempos de los vehículos de atrás. Y si nos ponemos a analizar a medida que ha ido pasando el tiempo hemos tenido que correr más, no por ser mejores, que hemos sido los mismos, al revés porque el tiempo ha pasado y el coche ha ido perdiendo capacidad porque el motor ha sido el mismo, entonces ha perdido algo de potencia, algo de posibilidades… pero hemos corrido más porque nos apretaban mas
¿Entonces hacerlo tres veces consecutivas no fue algo especial?
Si pero no, ¿Sabes? Yo cuando realmente disfruto corriendo es cuando me están soplando en el cogote o le estoy soplando en el cogote a alguien. Cuando vas en cabeza y vas sobrado, muy bien, pero no es mi forma de ser. Me gusta pelearme aunque no gane. De hecho salimos a correr hasta el último tramo aunque nos estemos jugando el quinto puesto. Siempre que puedas arañar algo… Pero cuando voy primero quizá me convierto un poco en conservador, no quiero arriesgar más de la cuenta para no tener que tirarlo todo por tierra. Porque ir quinto y salirte por querer recuperar un puesto por lo menos esta dentro de lo asumible.
Te quedaste sin salir en 2008 por falta de patrocinadores, y en 2009 por un problema mecánico, los dos a última hora y con los tramos ya entrenados ¿Te ha mirado un tuerto?
No, mala suerte [Sonríe]. Yo creo que cuando rompí el motor [Rallye Ciudad de Villafranca de 2007] me equivoqué en no llevar un motor nuevo. Pensé que lo más rápido era comprar un motor hecho y me equivoque.
¿Qué falló en el motor?
Lo que se le rompió fue un bulón del pistón. Se cascó (no hizo más daño porque empezó a sonar y paré) y como consecuencia de eso pues la biela no vale, el pistón no vale…
Se lo pregunte a Manuel Colchón y se lo preguntare a quien haga falta. Pero si hay alguien a quien no puedo dejar sin preguntárselo es a ti. ¿Cómo es Feria desde dentro? por que como dice mi amigo, Javier Martínez, “Ver a Pablo Gómez en Las Tontas no tiene precio”.
Bien. A mí me gusta mucho Feria. En el 2002 aquí el colega [Gregorio] se quedó las notas en casa, cosa muy rara en él, pero bueno los nervios que él siempre tiene… [Se ríe Gregorio] y se quedó las notas en casa. Entonces salimos a correr el Vendimia del 2002, que fue el primero que gane, e hicimos sin notas los tres primeros tramos, luego cuando llegamos al parque cerrado nos las dieron. Hice scratch en el primer tramo sin notas, y yo soy de los que van a nota eh. Lo que pasa es que Feria es un tramo que todo el mundo lo conoce muy bien. Tantas veces hemos pasado que casi no necesitas notas para correr. Es un tramo que siempre me ha gustado mucho y que lo tengo muy metido en la cabeza y lo mas que puedo bajar de notas a sin notas es tres o cuatro segundos, no más.
“¡Pablo se me han olvidado las notas!” ¿Cómo te lo tomaste?
Yo tranquilo, pero Gregorio estaba descompuesto…
Gregorio: Yo me quiero morir, yo ahora mismo me quiero morir [Recuerda que decía para si mismo en aquel momento]
Además que se dio cuenta entre el chopo de salida y cuando él me pone las notas para salir ya al tramo. Y empezó “Dios mío, Dios mío, Dios mío…” y yo “¿Qué pasa?”, “Las notas, que me las he quedado en casa”, “No pasa nada”
Gregorio: Feria se lo cante, Jaime Ozores se lo intente cantar, pero ya en Salvaleón me dijo que me callase que él lo haría como pudiese porque lo iba a desconcentrar.
“Mira no querías ver una vez Feria desde dentro [Refiriéndose a Gregorio], pues relájate porque aunque me cantes no te voy a hacer caso. Prefiero ir yo a lo mío que cantándome sin notas porque puedes cometer un error.” [Recuerda Pablo] Yo por mi parte sin problemas pero el descompuesto.
¿Cómo fue tu experiencia en aquellos dos Vendimias del Nacional?
Yo hubiera querido que hubiese sido mejor. Pero no fue todo lo bien que yo quise. Se puso a llover, solo teníamos un juego de ruedas de agua y lo gastamos. Nos salimos en Salvaleón. Hicimos aquaplanning y nos salimos en una curva, no recuerdo cual. La gente nos metió en la carretera, perdimos seis o siete minutos, pero al final conseguimos terminar y ganar el campeonato, que nos lo jugábamos en aquella carrera. Pero no fue todo lo bien que yo hubiera querido. Porque hombre, uno cuando llega al Campeonato de España lo que quiere es estar arriba y dar el “Do de pecho” ¿no? Esas fueron nuestras intenciones pero bueno, las situaciones no nos lo permitieron.
¿Volveremos a ver un nacional en nuestra tierra?
Yo creo que sí pero no el Vendimia como tal. Me imagino que si vuelve el nacional será algo entre el Almendralejo, Plasencia, Guareña… no sé, algo que no lo organice solo una escudería. Porque yo supongo que se tenderá a eso, a hacer los nacionales por regiones, que es como debe ser ¿no? Uno en Extremadura, uno en Andalucía… Sino no tiene mucho sentido que sea un nacional prácticamente en el norte. Lo que tendría que ser es uno en Extremadura y que lo organice, a la cabeza, la FExA, y apoyándola todas las escuderías.
No subes a Plasencia desde la fatídica edición del 2005, aquella debió ser la victoria más amarga de tu carrera ¿no?, además sin concluir el rallye.
Por desgracia he ganado dos rallyes en los que hubo muertos. En Jerez [XII Rallye Ciudad de Jerez, 2001] iba primero cuando se salió “Remolino”. En Plasencia también iba primero cuando ocurrió aquello. Entonces, por desgracia, me ha tocado ganar los dos rallyes en los que ha habido accidentes graves. A pesar de que en aquel momento [Plasencia 2005] hubo gente que decía “Vamos a seguir corriendo, vamos a tal…” Y yo dije que no seguíamos corriendo, que me daba igual ganar el rallye o no, simplemente que no era plato de gusto seguir pasando por los tramos con lo que había ocurrido ¿no?, ya con la experiencia de Jerez que había sido antes. En Jerez siguieron pasando los coches cuando ocurrió el accidente me parece, y para los coches que pasaron no les fue agradable.
¿Has tenido algún susto por culpa de la mala colocación de los aficionados?
En Plasencia, precisamente, nos fuimos una vez de morro contra el público, pero vamos, sin ningún problema. Y con el GT Turbo, en un Vendimia, en un tramo que se hacía por Fuente de Cantos en el que había un cruce que se giraba para atrás en el que teníamos tomada la referencia en un punto para frenar, cosa que ahora no hago pero bueno. Al llegar y empezar a frenar, la gente comenzó a echarse para adelante y no podíamos girar. Entonces tuve clavar frenos y meterme de frente. La gente se abrió un poquitín y no pasó nada.
Hablando de sustos y de Plasencia. En el Plasencia de 1998 tuviste una salida de las pocas que te han hecho retirarte ¿no es así?
Por suerte no paso absolutamente nada. Llevaba el 309 Gr. A y fue un rallye un poco accidentado puesto que en el primer tramo nos encontramos un cerdo en mitad de la carretera y tuvimos que esperar a que se quitara, luego se me rompió la dirección… y en la pasada en la que nos salimos fue en Hoyo de las Angosturas que es una bajada muy rápida. Íbamos en sexta, había una curva a la derecha, y en el momento de frenar el motor había soplado aceite al depósito de recuperación y lo había vertido por encima, cayó en la aleta y de la aleta cayó a la rueda. Cuando me puse a frenar aquello no frenaba y antes de girar y volcar nos fuimos de frente contra unas piedras que había. Pero no le hice nada. Intentamos seguir pero no pudimos porque el radiador estaba roto, pero no le hice nada [reitera]. Pero mi salida importante fue en un Rallye de Jerez de 1992 con el GT Turbo que caímos por un barranco y dimos cuatro o cinco vueltas de campana. Eso fue en el tramo de los rasantes [Oliva de la Frontera a Jerez]. Tenía unos rasantes en los que volaba todo, y cuando caímos lo hicimos primero con las ruedas de adelante y cuando cayeron las de atrás se giro el coche, en vez de parar intente sacarlo acelerando y me fui de frente contra la cuneta. Di una vuelta en el aire de ocho o diez metros, cayó de culo y empezó a rodar para abajo. En aquel momento estuve a punto de dejar de correr porque lo único que tenia era el GT Turbo, todo el mundo que vio el coche dijo que aquello era siniestro total, que no había quien lo arreglara, y me lo lleve a casa, lo deje en la cochera, y a las dos semanas dije “O arreglamos esto o no corremos mas”, así que me puse a desmontarlo y lo arregle, de una forma un poco artesana pero lo arregle [Sonríe].
El Rallye Norte de Extremadura tiene los mejores tramos de Extremadura, y, hasta su remodelación, tuvo el que muchos dicen que fue el mejor tramo de nuestra región, Hoyo de las Angosturas, ¿Qué recuerdas de él?
Ese tramo era un tramo magnifico porque tenía de todo. Una primera parte, hasta que llegabas al cruce, más o menos sinuosa, zonas rápidas, zonas lentas. Pero una vez que pasas el cruce, subir y luego te pones a bajar… Un tramo que tenia de todo. Cerrado y largo. Se corría, creo recordar, que a las cuatro de la tarde en Julio o por ahí, una calor tremenda. Yo corría con el Renault 5 con la calefacción a tope, los ventiladores a tope, y los cristales cerrados. Porque eso se calentaba en exceso y era la forma de que llegase lejos. Un tramo muy bonito que ya no creo que se vuelva a hacer porque arreglaron la carretera.
Rallye Ciudad de Villafranca de 2007. Un rallye que, aunque no se terminó, supo a victoria. No ganaste el Villafranca, pero si el corazón de todos los que fuimos.
Fue un rallye en el que termine contento. Además es lo que te decía antes, a veces ganas y si no te has peleado lo suficiente… ¡Por mi forma de ser eh! Que a todo el mundo le gusta ganar, pero por mi forma de ser me gusta ganar peleando, y si pierdo me gusta que sea peleando. E iba en el rallye como quinto o cuarto, pero íbamos disfrutando como cosacos. De hecho yo rompí el motor en Montemolín y así y todo creo que hice el segundo mejor tiempo. El motor se rompió sobre un par de kilómetros antes de llegar a meta. Quizá si no se hubiese roto hubiésemos hecho scratch. Poco a poco también fuimos corriendo más, llevaba sin montarme en el coche desde el Vendimia, además siempre me monto en el coche de carrera en carrera, por eso me cuesta un poco coger el ritmo. La desgracia fue romper el motor y no parar allí en Montemolín, pero las ganas de correr el rallye eran mayores que el miedo a romper el motor.
Fue rallye bueno, no ya por el resultado sino por lo que disfrutamos.
Además recibiste mucho calor por parte de la afición.
Si por que la gente que está en la cuneta lo pasa bien cuando ve a alguien que va dando todo lo que puede. Cuando corrían los “Pandinas” disfrutaba mas viéndolos que, a lo mejor, el que iba ganando el rallye porque el tío iba echando todo lo que podía. Nosotros afortunadamente hemos tenido bastante calor de afición casi siempre.
¿Qué recuerdas de la edición de 2001? [Pablo Gómez y Gregorio Parra se proclamaron campeones de Extremadura]
En ese rallye creo que íbamos primeros desde el principio, entonces te pones a controlar y bueno, corres lo justo. ¡Aunque parezca mentira! Cuando vamos primeros en un rallye intento siempre arriesgar lo mínimo y si voy detrás pues intento siempre tirar para adelante, porque no me gusta apretar y decir “pues a ver si le saco tres minutos en vez de uno”. Yo si voy delante con cinco segundos o diez segundos me es suficiente, siempre que lo tenga controlado. Entonces te limitas a controlar la situación en vez de tirar y tirar.
Después de este repaso ¿De todos los tramos extremeños en los que has corrido cual ha sido tu favorito?
Si es con uno solo yo creo que Valdastillas. Y si me tengo que quedar con dos… No sé, es que hay muchos tramos que me gustan.
Gregorio: Piornal de noche.
Piornal de noche con este coche [106 Kit Car] era una maravilla, una autentica maravilla como se pasaba por ahí, con el 309 también. Jaime Ozores era un tramo muy bonito. ¿Uno solo? Yo creo que Valdastillas, porque fue el primer tramo donde hicimos scratch ¿no? [Le pregunta a Gregorio]
Gregorio: Si. Además se da la paradoja de que en aquella época tenían él y Cándido [Rovira] un gran pique en aquel tramo. O sea que si Pablo en la primera pasada hacia 4:03, Cándido hacia 4:02. Y en la siguiente pasada Candido hacia 4:00 y Pablo 3:59, entonces era un constante. Los dos iguales. Y salían con un pique…
Además Valdastillas era un tramo cortito. Era sin descanso, cuatro kilómetros sin poder respirar prácticamente. Porque es todo bajada y todo el rato freno-acelero, freno-acelero. Antes estaba muy rizada la carretera. Afortunadamente tanto este como el 309 les da igual lo que te encuentres, pasan sin ningún problema. Un tramo muy complicado en el que había que tener unas buenas suspensiones.
Salvaleón, Jaime Ozores, Montemolín, Calera de León… ¡Nos estamos quedando sin tramos en el sur!
Sí, nos estamos quedando sin tramos. Pero las carreteras hay que arreglarlas porque la gente del lugar tiene derecho a pasar cómodamente. Pero mira, de aquí [Almendralejo] para allí abajo, para Monesterio, hay ochenta kilómetros prácticamente, pero es que ochenta kilómetros para arriba te metes en un montón de tramos. Estamos acostumbrados a mirar para abajo, pero por ahí arriba, por la zona de Logrosán, esta eso lleno de carreteras. ¡Y tampoco hay tantos kilómetros de diferencia! Yo creo que Feria no lo van a quitar nunca, espero, tampoco tiene mucho sentido que esa carretera la arreglen. Entonces puedes arrancar desde aquí y hacer el tramo de Feria o bien a la ida, o bien a la vuelta; o bien a la ida y luego a la vuelta, para hacer algo aquí cerca, y luego irte allí que hay ochenta o noventa kilómetros, no hay más. Lo que pasa es que miramos hacia arriba y decimos “¡Ostia Logrosán!”. Y luego tenemos Monesterio a ochenta kilómetros, o sea que no es ninguna barbaridad.
Lo que tiene que pasar es que el organizador del rallye no deje de tener nunca ganas de hacerlo. Por el bien de todos, de Almendralejo y toda la zona. O sea que no se diga “No, es que no tenemos tramos.” eso no puede ocurrir. Si no puede ser aquí pues para Logrosán o para la zona que sea.
Aparte de la perdida de tramos, en Extremadura estamos sufriendo otro gran problema que es el de los borrachos, que están convirtiendo rallyes como el Vendimia en un peligroso botellón. ¿Qué piensas tu que se podría hacer para solucionar este problema?
Lo mismo que hacen en Inglaterra, cobrar a la gente [tajante]. Con lo que se cobra se ponen a guardas de seguridad. Sé que es complicado. No que cobren para beneficio, que también lo pueden hacer. Que se cobre un euro, dos euros, tres… pero va a ser para beneficio de la carrera. Vas a poner guardas de seguridad en los sitios conflictivos y quien se salte las normas pues coges y lo retiras o se lo llevas a la Guardia Civil… Vas a quitar con ello a gente que le da igual el rallye y además vas a repercutir en el beneficio de la prueba. Si no, pues va a ser complicado porque si sigue yendo la gente de esa manera va a volver a haber un accidente.
Los rallyes fueron el primer sitio donde se legalizó el matrimonio entre dos hombres, tu llevas casado 14 años con Gregorio Parra, ¿Cuál es el secreto?
[Risas]Porque yo le dejo hacer [Sonríe]. Dicen que cuando dos no quieren no discuten y yo le dejo hacer. Él dice lo que quiere y luego yo hago lo que me da la gana [Vuelve a sonreír]. No, en serio, en el apartado de carrera cada uno sabemos lo que tenemos que hacer, entonces no hay ningún problema. Si alguna vez se equivoca y no lo quiere reconocer le pego un tirón de orejas pero lo demás bien. Luego ya fuera de las carreras ya lo sabe la gente. En las cuestiones de carrera cada uno tiene que hacer lo suyo ¿no? Yo no me meto en sus cosas, es más, le dejo el trabajo de copiloto. Que debe ser de los pocos que hacen el trabajo de copiloto. No cantar, el copiloto tiene otras muchas más facetas. Le dejo hacer esas facetas y yo hago las mías.
Gregorio: Yo siempre digo que es la contraposición mía. Si él no hubiera sido como es, posiblemente no hubiéramos seguido. Yo soy muy nervioso, yo soy muy tal… Y él lo filtra todo y lo queda muy liviano. Hay cosas que te desesperan de él. Por ejemplo estas esperando para tomar la salida, lo miras y está dormido… ¡Pero dormido eh! Le tienes que decir “¡Que nos vamos!” “¿Ya?” [Imita al mismo tiempo a Pablo con un gesto de recién levantado y extrañado], “¿Pero cómo te puedes dormir aquí, como te puedes dormir aquí?”
[Interrumpe Pablo con voz pícara]Eso es porque estaba cansado.
Gregorio: No, no. Es que el es así. En ese aspecto es una persona así, no es nada nervioso.
¿Y el ambiente en plena carrera?
En plena carrera él canta y yo corro. Yo corro en función de lo que él me canta. A excepción de algunos tramos que me los conozco como puede ser Feria... Pero si vamos a un tramo nuevo damos tres o cuatro pasadas y lo que este escrito tú me lo dices y yo lo interpreto, y si te equivocas nos salimos.
Gregorio: Yo siempre que vamos a empezar un tramo le pongo la libreta en la rodilla [imita el gesto en mí] para que el vea las cuatro o cinco primeras notas porque realmente él no lo sabe. Y en la cabecera de las notas llevo apuntadas incidencias de la pasada anterior que él me ha dicho porque si no se lo digo no se acuerda. Cosas concretas suyas para él.
P.G:Es difícil correr de esa manera pero una vez que consigues hacerlo así yo consigo disfrutar mucho más. No voy de cabeza. Entonces ¿qué ocurre? Pues que te encuentras montones de historias en cada tramo. Que vas un poco mas pasado, menos pasado... También el coche te permite pararlo en cualquier momento, meterle tres hierros más tres hierros menos en cualquier sitio… Pero cuando consigues correr a nota, que no sabes realmente el sitio en el que estas, es alucinante. Es una sensación como de ir en una montaña rusa.
Gregorio: Luego también el pone de su cosecha. Le dices cinco, el oye cinco pero dice “No yo en esta entro en seis” Y ves que baja la mano y que la va a meter y que la va a meter y ya cuando la mete dices… [Hace un gesto entre estremecimiento y “que sea lo que Dios quiera”] Y claro pues ya en la próxima la cambias y se la pones en seis.
¿Cómo os conocisteis?
Porque José, en 1996, tuvo un pólipo en la garganta y tenía que operarse y otras historias, así que iba a ser el último año que corriera. Yo sabía que estaba en el paro [Refiriéndose a Gregorio. Gregorio se ríe] y bueno, lo llame y le dije “Vamos a hablar por si te interesa correr.”
Gregorio: Nos conocimos en el karting que había en la explanada del cementerio. Y ahí fue cuando empezamos a hablar y quedamos en vernos en Feria con sus notas y con mis notas. Lo que yo le cantaba a él él no lo había escuchado nunca, y lo que él tenía para mí era poca información. Todo lo que yo tenía para él era bueno y todo que él tenia era todo lo que él quería escuchar. Entonces lo que hicimos fue un injerto. Habiamos coincidido en algunos rallyes…
[Interrumpe Pablo sonriendo] Te gane en todos.
… y nos conocíamos de vista, pero vamos, para nada pensábamos que fuésemos a llegar hasta aquí.
¿Habéis llegado alguna vez mas tirados de la cuenta al control stop, como me contó Manuel Colchón que le pasó con Luis Ramos en la anterior entrevista?
No, yo creo que no.
Gregorio: Lo tienes que desatacar. Siendo una persona tan tranquila tienes que decirle “Para, para, para ya” porque sino él va a eso y nada más que a eso.
P.G:No, a ver. Yo me he acostumbrado a correr de nota, y si no me dice para pues yo continuo. No es que vaya perdido si no que voy a lo que me dicen.
Después de tantos años contra el crono ¿Cuál ha sido tu momento más feliz en rallyes?
Pues no se decirte… Muchos… Al terminar un tramo bien, y me han salido bien muchos, te quedas satisfecho. Excepto los dos primeros tramos de cada rallye, casi todos.
¿Y el que menos?
Cuando me he salido en una carrera y no he podido continuar. Pero me he salido por culpa mía ¿no? Porque tú tienes que prever todas esas cosas para no salirte. Me he salido muy poquitas veces pero por ejemplo cuando me salí con el 309 en Plasencia yo tenía que haber previsto que eso podía ocurrir, porque además sabíamos que el coche tiraba aceite… Cuando nos salimos en el Vendimia del Campeonato de España también fue culpa mía porque íbamos sin ruedas, estaba lloviendo, hicimos aquaplanning y tenía que haber previsto eso.
Y para mi quizá el peor rallye fue el Villafranca del 2008. El rallye en su conjunto, pero sobre todo Tentudia. Fue criminal. Yo iba por allí… avergonzado, en serio. Yo las tres pasadas que di allí me sentía fatal, porque ni podía correr, ni era capaz de correr ni, nada. No tenía narices a correr. El coche le habíamos hecho la dirección, y la maquina tenía un problema que no lo habíamos detectado, entonces me quedó la dirección abierta. Yo me puse a correr, además estaba mojado y había muchísima humedad, llevaba tiempo sin correr, y no tenia narices a meter el coche por ningún lado. Lo tiraba no obedecía e iba para todos los lados menos para donde quería yo. Muy mal, muy mal.
Si te dijese que quiero empezar en rallyes ¿Qué consejos me darías?
Pues lo que le dije a él [Félix Blanco], aunque luego no me hiciera caso [Risas]. Pero sobre todo, que en el primer rallye, cuando tú creas que vas despacio, ir todavía más despacio. Porque ya tendrás tiempo para ganar, o para correr. Porque además le pasa a todo el mundo igual. Tomo el ejemplo de él porque lo vivo más de cerca pero me ha pasado a mí también. Yo empecé hace muchos años y hay mucha gente que ha empezado después que me han preguntado y le he dicho lo mismo. Estamos acostumbrados a ir por una carretera, un coche para allá, otro va para acá… Con ruedas de calle. De ahí a montarse en un coche de correr con buenas suspensiones, si puedes, ruedas de carrera, vas solo por la carretera… Pues tú piensas “A mí me van a venir a decir…”, que esto ocurre, es así. Y cuando pasas cuatro curvas te has salido. Porque te falta de todo. Empiezas con una confianza en la que realmente no conoces el coche lo suficiente, las notas, entrenando has pasado a un ritmo y en carrera vas a otro distinto… Entonces, ¿mi consejo?, cuando te creas que vas despacio ve aun más despacio. Por lo menos la primera carrera, que para correr siempre hay tiempo.
Quien sí ha comenzado hace poco más de dos años ha sido tu yerno, Félix Blanco, con su hermano, Marcos. Bajo mi punto de vista son toda una promesa de futuro, pero ¿Cómo los ves tú, y que consejos les das?
El sabe perfectamente lo que yo pienso ¿no? Para mi puede llegar lejos si no se le va la “olla”. Y tiene presupuesto para ello, claro. Porque puede ser uno muy bueno y no poder llegar a ser nada, o tener mucho presupuesto y nunca llegar a despuntar. Tienen que darse las dos consecuencias. Yo creo que puede ir muy rápido en rallyes, muy rápido [Insiste], pero hay que demostrarlo. ¿Cómo?, en un coche para ello y no saliéndose, pero por cosas que no se tenían que hacer. Porque yo pienso que, o el coche tiene que poner el límite o lo tienes que poner tú. Uno de los dos tiene que poner el límite. Si tú estás por encima del coche, lo tiene que poner el coche. Si el coche está por encima tuya lo tienes que poner tú. Lo que no podemos es sobre pasar esos límites. Porque si los sobrepasas estás fuera. Mira la trayectoria de todos los que estamos corriendo y veras que hay pilotos que tienden mucho a salirse y otros que se salen muy poquitas veces. O bien porque van despacio o porque han sabido encontrar ese límite, de uno o de otro. Entonces es, todo lo ideal que se pueda pasar, pero sin sobre pasar ese límite.
Has sido piloto de pruebas de Peugeot Sport España en 2000, 2001 y 2007 y, salvo tus dos primeros coches (un Renault 5 GT Turbo y un FIAT Uno Turbo) todos los demás han llevado delante un león, ¿Qué relación hay entre tú y la marca francesa?
Amistad. Bueno con la marca no, sino con quienes la llevan aquí [Borja Moratal Racing]. Pues por circunstancias un día los conoces y empiezas a llevarte bien con ellos… Te hacen cosas y tú les haces cosas a ellos. En 2007 hice con ellos el Campeonato de Europa. Les llevaba el camión, les llevaba el coche y luego las asistencias. Estuve en Italia, Bélgica, Republica Checa, Madeira… prácticamente toda la zona del europeo.
Siempre has llevado coches competitivos ¿Cuál ha sido el mejor para ti?
Sin lugar a dudas, el más completo, este [106 Kit Car]. ¿Coches buenos? El 309 y este. Pero este es más competitivo porque es un coche más moderno, un coche con menos peso… Pero ¿coche bien hecho y con poco gasto? El 309 Gr. N.
Te pudimos ver hace unos años con un precioso 106 Maxi Kit Car ¿Por qué no cuajo este coche?
Porque el 106 Maxi tenía un poco de todo y nada de nada. Era muy bonito, muy espectacular, pero el motor era el ocho válvulas, ciento cincuenta caballos, el cambio era de seis de sincro, los frenos eran buenos pero las manguetas eran las normales… Era un coche un poco hecho a retales, no era un Maxi Maxi.
Gregorio: Por fuera un palacio, por dentro una chabola.
P.G:Era un coche muy bonito, muy espectacular, pero era un ocho válvulas. Este [el 106 Kit Car] también era un ocho válvulas pero con menos peso. También le metí luego el motor del dieciséis válvulas y esto son unas sensaciones… Es otra cosa.
Se ha especulado más de una vez con que te íbamos a ver con un 206 s1600, ¿Qué ha habido de cierto en esto?
Ha habido veces que la cosa ha estado más cerca que otras. Este coche [106 Kit Car] he estado a punto de venderlo en un par de ocasiones o tres, de hecho hace un mes me llamó un hombre que lo quería comprar y le pedí una barbaridad. Pero no lo quiero vender, además aunque cambie de coche no lo voy a vender porque he llegado al convencimiento, gracias aquí a este hombre [Gregorio Parra] de que es un coche único y que no… Tendré coches mejores pero como este no. Por lo que es. Por lo pequeñito, por el paso que tiene… Te transmite unas sensaciones tanto al piloto como al copiloto ¿no? Si algún día cambio de coche lo más normal es que lo deje guardado en la cochera aunque lo cambie. [En ese momento Félix Blanco carraspea fuertemente y se producen risas] O que me de él confianza [Refiriéndose a Félix] y se lo deje algún día, pero vamos…
[Gregorio interrumpe excusándose] Yo he hablado muchas veces con él del tema, y yo que he tenido una experiencia hace poco en el Rallye de Villafranca con Eduardo [Noriego], en un Mitsu, a él se lo he dicho. No me gustan los Mitsu, no me gustan los coches que no transmiten sensaciones. He visto un 206 WRC, he visto un 306 Maxi en las pruebas que estuvimos haciendo anteriores al Vendimia, cuando fue preinscripción del nacional [El equipo Peugeot vino a hacer unos test al antiguo tramo de Burguillos del Cerro], y las sensaciones de velocidad que transmitían… Por eso a mi personalmente los Mitsubishi no me gustan, y tan seguro estoy de que a él [Pablo] no le iba a gustar, que la idea de un Mitsu es descartable.
P.G:De cierto en aquellos rumores hubo un setenta u ochenta por ciento.
¿Te veremos con un coche más gordo?
Posiblemente sí, cuando la empresa me de para ello [Sonríe] Sí, posiblemente sí. Pero ya te digo que no venderé este. La idea que tenia era potenciar este motor (este tiene ciento ochenta caballos) hasta doscientos siete o doscientos veinte caballos aprovechando que ahora esta en BMR, pero este [Gregorio] no quiere ni a tiros que lo subamos de potencia.
Para que no rompa ¿no?
No, para que no rompa no. Vamos a ver, este coche ahora mismo esta muy equilibrado. Esta carrocería esta pensada para un ocho válvulas, para ciento cincuenta, ciento cincuenta y cinco caballos, de hecho cuando yo lo compre era un ocho válvulas y con ese motor estuve corriendo durante dos temporadas. Un día me llamó Borja [Moratal] “Mira Pablo, si te interesa podemos meterle un motor de los Maxi” y le dije “Pues venga, vale”. Entonces ese motor lo estreno Muniente en un 106 estrecho como el mío en un Rallye de Cataluña y se pego una ostia. El coche corría mucho y se paraba cuando se paraba. Llegamos a un acuerdo, se llevaron el coche, me cambiaron el motor, la electrónica, la centralita… Cuando me dan el coche y corro con él me daba problemas de suspensiones, rompía las suspensiones por carrera, no aguantaban. Las suspensiones del ocho válvulas no aguantaban este motor. Entonces tuvimos que hacer una evolución de suspensiones. Las suspensiones que yo tengo montadas delante son las del 206 Súper 1600, va como va porque tiene lo mejor que puede tener. Atrás tengo unas Proflex y se han acabado los problemas. El coche de estabilidad va perfecto. Es un coche muy muy equilibrado. Entonces este [Gregorio] no quiere cambiarlo porque entonces ya empiezan las roturas del cambio, que no creo porque le tengo montado el cambio bueno, el bueno también era el de antes, pero la ultima vez montamos el gordo del todo que era el que montaba el Maxi de doscientos veinte caballos. O sea, ahí no va a dar problemas. Pero puede dar problemas de transmisiones, puede volver a dar problemas de suspensiones... La rueda que tengo es llanta quince, y este motor es para llanta diecisiete. Entonces es un cómputo de cosas que no quieres pasarlo de caballos así que se va a hacer de nuevo pero de ciento ochenta.
Si pudieras elegir ¿Con que coche te gustaría correr?
A mí me gustaría correr con el 206 Súper 1600. Tiene que ser un coche atmosférico. Un 306 Maxi, un Megane Maxi… Un coche de estas características.
Si te despertases un día en 1988, ¿Volverías a empezar en las carreras?
Sí. Y no me importa empezar como empecé. Yo empecé sin nada, estos [señala a Félix] son unos privilegiados, porque ha empezado a correr con cosas medianamente decentes. Yo empecé a correr sin nada de nada de nada. Nadie me dijo nada, nadie me enseño nada… Quizá porque eran otros tiempos ¿no? No tuve la oportunidad como mucha gente ahora que preguntas, te informas, o te hacen cosas, o te dicen cosas… El 127 me lo dio “El Madrileño”, un herrero de Mérida me hizo las barras, que en la primera carrera que fui a hacer de auto-cross me dijo Pedro que si seguía así que no corría porque tenían unas roturas tremendas… Empecé sin nada. Uno me daba esto, otro me daba lo otro. Llevaba el coche lleno de pegatinas que cobraba a cinco mil pesetas cada una…
Aparte de tus éxitos en rallyes también has cosechado grandes resultados en slalom, donde fuiste campeón absoluto en cuatro ocasiones, y en auto-cross obteniendo tres subcampeonatos. ¿Qué opinas de estas disciplinas?
Pues el slalom me parece muy bien para empezar y es una buena manera de probar donde esta cada uno, si te gusta o no te gusta. Lo puedes hacer con poco dinero y con cualquier coche. Y el auto-cross yo le recomiendo a todo el mundo que lo pruebe. Muy poco costo. Es un coche barato, si quieres, porque hoy en día hay muy buenos coches, pero tú puedes empezar a correr en auto-cross con dos mil euros, por decirte una cantidad. Y está muy bien porque te enseña a correr en tierra, a salir al lado de coches, ser un poco pícaro… Me gusta mucho. Yo creo que acabare mis días de carrera haciendo auto-cross hasta que me jubile del todo.
¿En qué medida te ayudaron a desarrollar tu pilotaje?
Pues de una forma u otra son las que te he dicho. Que cuando llegas al asfalto no te importa ir de costado, si tienes que ir o por provocarlo tú. Porque a ver, en tierra, concretamente en auto-cross, tal y como están los circuitos aquí, no vale de mucho ser mejor ni peor, sino mas bien tener un buen coche y empezar delante para salir con ventaja por desgracia, porque no hay circuitos en los que se pueda hacer mucho mas. Una vez que estas el primero es muy difícil de remontar, pero si que está claro que si tu consigues hacer una trazada buena, puedes hacer mejor tiempo o bien impedir que te adelanten en un momento dado. Y la tierra pues te enseña a llevar siempre el morro por el sitio, doblando lo menos posible, porque cuanto más dobles más tardas en arrancar… No vale con frenar más tarde, sino que el que más rápido va es el que antes acelera, eso es algo que hay que tenerlo claro. Si uno consigue frenar tarde pues mejor que mejor. Pero entre frenar tarde y acelerar pronto, mejor acelerar pronto que frenar tarde. La tierra te enseña en este tipo de pruebas eso, que ves a los contrincantes que si lo haces mal se te van, en los tiempos y en la propia carrera, y si lo vas haciendo tú bien pues los consigues adelantar.
Despedimos el 2009 con las pérdidas de dos pilotos, Alejandro Martínez y Luis Ramos. ¿Que nos puedes contar de ellos?
A Alejandro no lo conocí y a Luis lo conocí en el Plasencia del año 92 o 93. Llego él con un GT Turbo amarillo, que era cuando el último tramo que se corría era la subida a la ermita de la Virgen de la Montaña. Y recuerdo que se estaba jugando ganar el rallye con el Lancia de un piloto de Madrid que ahora no recuerdo el nombre [Como apunte personal he de decir que Luis Ramos perdió el rallye en este último tramo por un segundo porque antes de comenzarlo se le fue una bujía del GTT y tuvo que hacer el tramo en tres cilindros.] De todas maneras también lo conocí porque yo fui a correr a Madrid varias veces y el también ha venido aquí y bueno… ante eso sobran cualquier tipo de comentarios ¿no? Es una triste desgracia, ya no solo para el mundo del automovilismo sino para la vida en general, que pasen estas cosas.
Ahora que hablas de Madrid, ¿Como fue esa Challenge que ganasteis?
Eso fue un año y tenía que haberse seguido haciendo por el bien de los rallyes y demás. Consistió en que las dos territoriales [Madrid y Extremadura] se pusieron de acuerdo para hacer un campeonato conjunto en el que valían las pruebas de allí y las pruebas de aquí. Y quien ganaba a los puntos pues ganaba la Challenge. Nosotros corrimos allí tres, cuatro o cinco carreras, las que eran puntuables. Y ellos venían aquí a Extremadura. Al final se sumaban los puntos de todas las pruebas y ganamos la Challenge. También ganamos el campeonato de Extremadura de rallyes, gane el campeonato de Extremadura de slalom, quede subcampeón de auto-cross... Eh… me lleve casi todos los premios.
Este año te volveremos a ver en todas las pruebas ¿Qué te ha llevado a hacer de nuevo el campeonato entero?
Pues las ganas que tenía de hacerlo. No lo he hecho de aquí para atrás, no porque no tuvieses ganas sino porque las circunstancias no me han permitió hacerlo. Entre el motor roto, el trabajo (monte una empresa hace unos años) y una serie de historias… bueno, pues me han impedido, en parte, tener el tiempo que hubiera querido.
¿Cuáles son tus objetivos?
Intentar ganar todas las carreras a las que salgamos este año. Vamos, eso lo tengo clarísimo. Después será lo que sea pero las intenciones son esas. [Risas]
Yo cuando empecé en rallyes con el FIAT Uno Turbo, que también tiene historia eso, salimos a ganar, y quedamos el veintitantos en el rallye Y al siguiente salimos a ganar y quedamos el quince, y tan contentos. Es que si dices, no yo voy a quedar el veintidós… Yo no me resigno a luchar por todo, luego quedas donde quedas. Aunque con lo que llevo hay que ser realistas, pero las aspiraciones de uno siempre son intentar ganar, y si no ganas no pasa nada. Lo malo es querer ganar, y no ganar y cabrearte. Eso es lo malo. Independientemente de lo que lleves. Puedes llevar el mejor aparato del mundo entero y si no ganas te cabreas. Eso no puede ser.
¿Eres consciente del regalo que eso supone para los cuneteros extremeños?
Sí, creo que sí. Por lo menos por lo que leo en los foros y lo que escucho. Hay bastante gente con ganas de que vuelva a pasar el 106 por ahí corriendo y eso es una satisfacción. A pesar de los años que llevas corriendo pues siempre es agradable el ver gente que te dice “Pues tengo ganas de verte pasar corriendo”, es agradable.
Además del campeonato de rallyes de asfalto también te veremos en rallyes de tierra y en auto-cross ¿Qué te ha llevado a volver a tus orígenes y que objetivos te has marcado?
Pues lo de auto-cross es una cosa que lo había dejado durante unos años pero que no debería haberlo hecho por lo que te comentaba, me gusta mucho, no tiene costo, es un simple domingo en el que vas a hacerlo todo y acabare haciéndolo. Entonces no lo he hecho estos años pues porque no me ha dado tiempo. Tengo preparados dos coches. Un 106 que todavía no he estrenado, el 205 que ya he corrido con él y ahora le voy a meter un motor distinto. Lo voy a preparar un poquito y voy a intentar luchar por el campeonato porque además soy muy competitivo, salgo a ganar, si no gano no pasa nada pero salgo a ganar.
Háblanos de esos vehículos que usaras en las distintas modalidades.
En auto-cross el 205 GTI con un motor de un Xsara de ciento sesenta y siete caballos, no sé si le hare alguna cosita o no porque creo que ese motor es muy competitivo sin tocarle. El 106 que también tengo si hubiera rallyes de tierra lo usaría en rallyes de tierra, o si no lo usaría para auto-cross que también está preparado para ello.
¿Qué tal fue tu experiencia en el Rallyesprint Badajoz-Talavera?
Muy mala [Risas]. Muy mala, muy mala. Se lo he dicho muchas veces a Gregorio, si hubiese sido otro me hubiese bajado en el primer tramo. Porque no iba el coche, no iba nada, no corría, no entraban la velocidades, no entraba el cambio… fue todo una odisea. Pero bueno, terminamos para ver donde estaban todos los problemas y solucionárselos cuando saliera él [Félix Blanco]. Pero lo lógico, en cualquier circunstancia es decir “Después de veinte años corriendo, ¿voy a pasar yo peleando por aquí con este cacharro que no le entran las marchas, que pasaba parado por todos los sitios y que no había forma?” Pues no. Lo que pasa es que después sacamos muchas conclusiones que después nos han sido buenas.
Te quemaste además.
Si me queme porque se le saltaban las varillas, aparte de que no entraban. Saltaban y al ir a meterlas en su sitio, con la flama del motor me queme y estuve una semana de baja. Pero no era el motivo de las barrillas el porqué de lo mal que iba, sino más bien todo.
¿Pablo Gómez tiene fecha de caducidad o será un Francisco Palomo extremeño?
[Sonríe] Pablo Gómez siempre será Pablo Gómez, y yo siempre digo que seguiré corriendo mientras tenga ganas de correr y ganas de ganar. Cuando salga a correr pensando en que me puede pasar algo dejare de correr. En rallyes. Seguiré en auto-cross porque no habrá ningún problema, pero en rallyes en el momento que salga pensando en que me puedo salir, o me va a pasar algo… Espero nunca dejarlo por algo así, espero que sea por otros motivos. Entonces espero que quede Pablo Gómez para mucho rato.
Anécdotas y otras cosas interesantes
Rallye de Linares año 1992
Cuando llegamos a Linares nos fuimos a dar una vuelta por los tramos con la C 15 en la que trajimos el carro con el GT Turbo. Nos perdimos tomando notas… Bueno, pues tomamos las notas y le dije “José, como tú has tomado las notas no vas a ser capaz de verlo cuando llegue la noche” “Sí, sí, no te preocupes que esto lo veo yo perfectamente.” Cuando llego la noche, efectivamente, no veía. No era capaz de ver las notas que había escrito el mismo. Por no haberlas pasado a limpio. Entonces hicimos todo aquello a ciegas. Recuerdo que aquel rallye vino a hacerlo Isidoro, Juanjo Esperilla, José Luis Ascarza, “Pelli” y yo. Isidoro creo que averió, Juanjo pinchó dos veces, “Pelli” no recuerdo, y Ascarza si terminó.
Cosas de aquellos años locos
Un año fuimos al Rallye de Madrid con Antonio García y Juan Casilla, que era su copiloto, y José que era el mío. Antonio y yo nos fuimos el día antes por la mañana y por la noche se fueron los dos copilotos para el día siguiente empezar a correr. En un mismo coche entrenábamos Antonio y yo. Yo le cogía las notas, luego él las pasaba a limpio para dárselas a su copiloto y viceversa para al día siguiente salir a correr.
¡Pa´berse matao!
Cuando nos salimos en el rallye de Jerez recuerdo que mientras dábamos vueltas yo veía a José delante, detrás… Íbamos corriendo con los cinturones y los asientos de calle. Entonces… ¡Ibas con lo que tenias! Al empezar a dar vueltas se rompieron los respaldos de los dos y los cinturones se cayeron. Entonces yo a José tan pronto lo veía en el rincón de arriba, como lo veía en la parte de atrás, como lo veía encima mía… Solo se hizo un cortecino en la frente de un plástico duro que él llevaba en las notas, porque su casco era enterizo como el de las motos. Cuando ya paramos y nos bajamos los dos llego la ambulancia a socorrernos. Y cuando vieron que no teníamos nada solo el cortecino que él se había hecho dijeron “¿Y esto nada mas te has hecho?” y le contestó “¡No, si quieres ahora me araño un poco!”.
A falta de asientos Recaro…
Con el 127 con el que empecé a correr, el asiento era de un autobús que estaba abandonado en Santa Amalia y que mi cuñado me tapizo.
Cuesta abajo y sin frenos
En una ocasión nos vimos bajando el Puerto de Honduras sin frenos. Fue llegando al final. Pisé el freno y se metió el pedal hasta adentro. Entonces ¿Que tuve que hacer? Pues quitar hierros y tirar de freno de mano.
Kit Car pata negra
El 106 Kit Car de Pablo es un vehículo oficial de Peugeot Sport hecho para Luis Monzón, quien se lo iba a llevar a las islas en un primer momento. Después decidió dejárselo a su sobrino pero este no pudo por falta de presupuesto. Fue entonces cuando se lo ofrecieron a Pablo Gómez, quien terminaría quedándose con él.
¿Qué tal se encuentra? Mereció la pena venir ¿no? Ahora déjeme hablar a mí. ¡Ah! ¡Por cierto! Gracias por venir, espero que le haya gustado y que nos volvamos a ver pronto.
Vuelvo a darles las gracias a mis amigos de Rafagas-Racing, por confiarme esta entrevista y darme esta oportunidad única y algo que no me creía poder estar haciendo. Yo, un “mindundi” recién llegado a este mundillo entrevistando a alguien como Pablo Gómez y también, a ratos, a Gregorio Parra, quien estaba ansioso por compartir sus vivencias conmigo y a quien le agradezco todo lo que en esta entrevista vertió. Gracias a los dos por el trato dado. Gracias también a mi querido Manuel Colchón por su interés en asistir a esta entrevista y a Félix Blanco por acudir también a ella. Pero sobretodo dar las gracias a David Parra porque él fue el encargado de organizar todo y proporcionarme toda la información necesaria para poder hacer un buen trabajo, estando siempre a mi disposición. Muchas gracias, de verdad.
Por Miguel Ponce.2010